En todas las opciones posibles
Uno no se va a la tierra con intención de destierro.
Se viene hasta aquí no huyendo, sino queriendo encontrar un lugar neutro, un espacio limpio de memoria.
Es un movimiento hacia delante.
Es una peregrinación hacia sí mismo.
La tierra a uno lo desnuda.
Cuando uno ha entragado todo a su paso hacia el sí mismo, en la nueva oportunidad, salvaje despierta la memoria de lo poco que uno ha acumulado de sí mismo desde que se despojó. La memoria, empeñada en crear formas. Es preciso volver a entregarse. Y le dan ganas a uno de pedirle a la vida que no le pida más.
Volver a despojarse de lo imprescindible. Lo imprescindible de ahora que uno ya se quedó vacío, que se volvió a creer que lo que encontró esta vez sí era verdad.
En todas las opciones posibles existe su análoga.
Cada situación de decisión es una oportunidad de observar lo que sucede si uno se mantiene en la pregunta, de desarrollar el arte de reconocer cuáles son ésos 3 segundos antes de decidir y permanecer en ellos mientras la vida se desenvuelve.
La vida requiere del arte de la inocencia para ser vivida auténticamente.
¿cómo permanecer en ése instante y respirar mientras?
