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La Terapia

La terapia es un proceso que conduce a la curación. 

La palabra es importante, aunque  la comprensión sucede en el silencio.

Uno sólo se cura desde dentro.

 

La terapia es un trabajo -el auténtico trabajo- de recuperarse a uno mismo. Consiste en disolver lo que está acorazado, en recuperar grados de libertad para poder ser uno mismo, el auténtico, el que se expresa a través de su propio gesto.

Las terapias perinatales se ocupan del desarrollo e integración de lo que sucede en los principios de la vida.  Durante el período perinatal la mujer que gesta y el ser que es gestado viven una experiencia de perfecta complementariedad: ambas vivencias se reflejan a un lado y al otro del origen de la vida. 

 

Es un período en el que el uno y el dos no están claramente definidos. Es un lugar de potencialidad de membrana, de un  sólo tiempo en dos espacios.

 

Y en más que dos.

 

Es mucho y muy importante lo que sucede en este tiempo de la vida.  

La terapia metamórfica es un proceso en silencio, como aquel que habitaba la matriz de nuestra creación, una experiencia sentida, que remite al tiempo del  origen.

Es una caricia que despierta la capacidad de disolverse, ofreciendo al organismo una invitación a recuperar su capacidad adaptativa.

Es un recuerdo de la memoria intrauterina.

 

 

La terapia centrada en el útero es un camino de recuperación de la normalidad fisiológica y la identidad femenina. 

Es una propuesta que parte de la sensación sentida del útero y elabora la experiencia y la memoria que guarda. 

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